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  • Redaccion

¿Es el Bombero Peruano Cobarde?, José Musse

Hace muchos meses me vengo haciendo esta pregunta, la he compartido con muchos de los colaboradores de esta revista, y me gustaría recibir de replica un “si” o un “no” sustentado, lejos de replicas emocionales o rabiosas de quienes no están acostumbrados a racionalizar los problemas cotidianos.

No soy psicólogo ni sociólogo y con mis limitados conocimientos trato de entender a los bomberos voluntarios peruanos, de como durante décadas han mirado a otro lado y aceptado tanta barbaridad, negándola por años en lo que ha resultado patológicamente enfermizo hasta llegar a un punto, que no ha sido necesariamente el reconocimiento de la enfermedad, sino la conclusión de que el paciente no tiene cura. Que el Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (CGBVP) no tiene solución y la solución que se puede vislumbrar, transformaría tanto el servicio de bomberos que ciertamente el CGBVP dejaría de existir como se le conoce. ¿Por qué y cómo se llego a esto? El único elemento que cataliza y explica este fenómeno es que el bombero peruano es cobarde. Porque la negación de esta realidad hizo posible este colapso moral y la parvedad es el primer síntoma que nos hace identificar al cobarde y la negación masiva es imposible de esconder, camuflar o justificar ahora. Me explico. Un bombero le dice a otro todavía que no es momento de actuar contra la corrupción ni de denunciar ciertos abusos de la institución. Argumenta que no ha llegado el momento clave y resulta que nunca llega. En realidad no quiere comprometerse, no quiere ser el que se exponga y usa esta como excusa. Eso es cobardía. Un bombero reclama al gobierno que intervenga al CGBVP y reniega a los cuatro vientos que no lo haga, cuando bien podría el liderar una protesta y organizar cambios. Pero no lo hace, espera que “papa gobierno” lo haga por el, que otros actúen porque el no se atreve ni a dar la cara ni a comprometerse. Eso es falta de valor, eso es cobardía. Han existido oficiales generales en altas posiciones que no han robado ni viven del CGBVP pero cuando han tenido la oportunidad de cambiar el sistema no lo han hecho. Eso es falta de visión, pero también es de coraje, por tanto es cobardía. Hoy en día hay muchos bomberos que en realidad usan la institución humanitaria para conseguir rentas y negocios. Usan una institución humanitaria y de fines nobles como escudo para vivir y sobrevivir. Viven de la institución. En realidad muy bien podrían hacerlo sin usar ni el prestigio ni el uniforme, pero no se atreven, tienen miedo y este es el camino más cómodo. Eso es nuevamente cobardía. ¿Por qué los bomberos sangran a su institución y la viven? Porque no han tenido el coraje de estudiar una profesión, ni buscar empleos que los dignifiquen como personas. Se han aplastado en su zanganería y comodidad para sacar ventaja de un grado. No han tenido la valentía de buscársela en la vida, han sido temerosos de reconocer que no han estado bien preparados profesionalmente y han sido paralizados en el miedo para salir adelante y destacar por si mismos. Han sido cobardes. Un sentenciado a cárcel envía una carta masiva diciendo que “si” pero que “no” que el no vendió aspirinas, sino que lo hizo su empresa, que se beneficio el CGBVP. Basura y mas basura, tremenda falta de hombría para reconocer la verdad, admitirla y pedir perdón. Cobardia. Los bomberos no usan manual de procedimientos en emergencias y no hay un solo argumento sensato que pueda escucharse que justifique tal omisión. ¿Por qué no? Miedo al cambio, paralizados por el orgullo de reconocer el error, miedo a re-entrenarse. Otra vez, cobardía. Porque son cobardes los que son dominados por el miedo. Esa es la misma razón por la cual los bomberos peruanos no usan ni se certifican con las normas NFPA. Miedo y cobardía. En lugar de decir y enfrentar la realidad de que trabajan sin estar aptos físicamente y que deben mejorar su condición física y conocimientos, argumentan tonterías para decir que “es otra realidad y que esa no se ajusta al país” pero inexplicablemente corren a cuanta beca o curso hay en la Universidad de Texas. Donde aprenden doctrinas y entrenamientos que supuestamente no se aplican a su realidad, no cuando no conviene. Porque todos sabemos que esos cursos cumplen normas NFPA entre otras mas. Frederic Nietzsche trabajando sobre el súper hombre sostenía que este siempre busca rivales más fuertes que uno y que combate en solitario. En el antípoda esta el cobarde, que necesita de la aprobación popular, del grupo para bravuconear. El cobarde no actúa solo, necesita de otros para obtener fuerza. La realidad de estar solo intimida al cobarde. Aquí están los ayayeros y las actitudes de “jefecito que le han dicho” “jefecito que horror que le digan incapaz”, “jefecito no es justo que lo llamen ladrón” Lo mismo que le paso a Tomas Zúñiga, al minuto cero lo abandonaron. Aquel suceso del 2004 fue el acto de cobardía masivo del CGBVP. Esto del grupo y esconderse al tirar la piedra, lo hemos visto en muchas ocasiones. Mensajes anónimos, acusando evidencia de corrupción en los bomberos pero miedosos de pararse de pie y acusar, incapaces de expresar lo que sienten y creen. El miedo a las represalias es comprensible, pero es el cobarde y no el valiente el que se inhabilita ante el miedo. Durante estos 16 años que he dirigido la revista “Desastres.org” han habido incontables intentos por mostrarme como un corrupto e inmoral. Otra vez, negar la realidad porque es demasiado terrible para reconocerla es la primera identificaron del cobarde. Pero hay mas argumentos que me indican que el bombero peruano sino es cobarde, ya no encaja en la actual organización. Una prueba de ello es que cuando uno escucha a un grupo de bomberos arreglar el CGBVP frente a una taza de café, concluyen que todo debe cambiar, menos ellos Bomberos usando su grado y posición para obtener favores sexuales de secretarias y bomberas, no ha sido ni raro ni poco común. ¿Por qué un hombre usa su poder para coercionar a una mujer íntimamente? Porque siente que de otra forma no lo lograría, entonces el abuso y presión es propio de los que no pueden usar la razón, ni el galanteo. Herramientas muy masculinas y viriles, por el contrario deben tomar ventaja del débil y eso es cobardía. Alguien podría decir que la inacción y falta de interés de los bomberos mismos en arreglar la institución obedece a que están mas interesados en promover sus negocios propios, de seguridad, pero es indiferencia no es gratuita. El valiente siempre encuentra causas por las cuales luchar y mejorar su universo. El cobarde por el contrario nunca ve nada malo, ni se compromete con ninguna causa que comprometa su seguridad y tranquilidad. Sobrevivir pasando desapercibido sin hacer el menor ruido es la maxima de los cobardes. ¿Es el bombero peruano un cobarde? Me gustaría decir que no, pero todos mis sentidos me dicen que si lo es. ¿Hay excepciones? Nuevamente me gustarla decir que si, pero el principio de gregarismo dice que uno se junta y permanece con sus iguales. Si el bombero peruano no es cobarde, debe haber una justificación a todas estas actitudes, que han demolido una institución y en donde la cobardía no este presente mas allá de la duda razonable.

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